martes, 8 de marzo de 2011

Teología de la liberación

LA CULTURA QUE PERFECCIONA COMIENZA CON LA DESCRIPCIÓN CORRECTA.

Cuando describamos el aspecto que tiene una iglesia que triunfa y honra a Cristo, debemos estar seguros de que estamos viendo lo mismo que Dios ve. Piense en las descripciones de la iglesia que aparecen en Hechos 2:42-47; 4:32-35.

Efesios 4 es el cuadro más destacado de toda la galería. En los demás cuadros se puede aprender mucho, pero Efesios 4 es el producto terminado. Los otros no lo son. Aquí, el pueblo de Dios se entrega a sus planes para la humanidad. Sus integrantes se perfeccionan juntos, "para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo" (Efesios 4:12-15).

Observe que no se dice nada acerca de un talentoso grupo que dirija la adoración, ni sobre las dependencias de la iglesia, el estilo de música, los dramas, la próxima reunión extraordinaria, o aun acerca de la cantidad de gente que asiste a los cultos. Estas cosas son importantes dentro del contexto propio, pero no son el resultado. Sólo son instrumentos para que los utilice la iglesia. Son vagas imágenes, comparadas con el vibrante cuadro de Efesios 4.

Efesios 4 es el cuadro de una Iglesia que está cumpliendo con la Gran Comisión. En la cultura de la Iglesia hoy, con sus muchas distracciones, necesitamos mantener los ojos fijos en el cuadro propio.


JULIO CÁRDENAS 16123945

ELECTRÓNICA DEL ESTADO SOLIDO

http://ag.org/enrichmentjournal_sp/200601/200601_092_Unleashing.cfm

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